La infancia vulnerable. Los verdaderos protagonistas de estos congresos.

Kim Phuc. La chica de Napalm (Foto de Nick Ut)

Faltan menos de dos meses para la celebración del 25 aniversario de los congresos Vida después de la Vida.

Desde la primera edición del congreso hemos luchado a favor de aquellos que no tienen voz; millones de niños y niñas que cargan sobre sus espaldas un peso que jamás debieron conocer: el hambre, la enfermedad, la pobreza, la guerra, la explotación,...

En cada uno de esos niños se refleja un derecho sagrado: el de vivir con dignidad, el de soñar, el de reír sin miedo. No son números en una estadística: son nombres, miradas, vidas que reclaman justicia.

Su dolor tiene rostros, y uno de ellos es inolvidable: Kim Phuc, la niña que corrió por una carretera de Vietnam con la piel quemada por el napalm, retratada en una imagen que sacudió la conciencia de la humanidad. Kim no quedó atrapada solo en aquella foto: sobrevivió, sanó sus heridas y convirtió su sufrimiento en un mensaje de paz y de reconciliación.

Aprovechando que Kim estará con todos nosotros en la mañana del domingo 26 de octubre, haremos un merecido homenaje a todos los niños y niñas víctimas de las injusticias en el mundo.

Ellos, que deberían correr libres, aprender jugando y crecer rodeados de ternura, son obligados a sobrevivir entre la miseria y la violencia. Ellos, que deberían escuchar canciones de cuna, escuchan disparos, explosiones y gritos de miedo. Ellos, que deberían soñar con un futuro lleno de posibilidades, apenas pueden soñar con un plato de comida o con un abrazo que les devuelva la dignidad. Ojalá ellos pudieran disfrutar con nosotros de la magia, música, poesía, teatro, circo,… que tendremos en este homenaje. Estoy seguro que las más de 1000 personas que asistiremos a este encuentro, estaremos conectados con nuestros corazones con esos millones de niños que sufren en el mundo.

Al momento de escribir estas líneas, apenas quedan más de 100 butacas libres para el próximo congreso. Ojalá pudiéramos tener mucho más aforo para que nadie se quede sin poder asistir a este encuentro. Los que ya tenéis reservadas vuestras butacas, prepararos para un fin de semana lleno de emociones: risas, lágrimas y mucha empatía y solidaridad.

Nos vemos muy pronto. Rafa Campillo